Una pena máxima

Lanús, sin brillar, ganaba 1 a 0 ante Sarmiento por un gol en clara posición adelantada de José Sand y era más líder que nunca del campeonato. Sin embargo, en el último suspiro, Braghieri cometió un penal infantil que Alanís cambió por el agónico empate. Fue 1 a 1, que le permite al Grana ser el único puntero pero con un partido más. Si Talleres o Independiente ganan, lo superarán.

Había que aguantar Lanús… Sacar chapa de candidato, ante uno de los rivales más flojos del campeonato y en tu cancha. Con la mesa servida, una ayuda grandísima en el gol que te puso en ventaja (¡Sand estaba un metro y medio adelantado!) y con apenas unos segundos para quedar más arriba que ningún otro y esperar tranquilo por cómo se pudiera dar la fecha. Pero no. El Grana perdió, más allá del empate, claro. De tres puntos, se quedó con uno. Y con sabor a derrota.

Un primer tiempo para el olvido, en el cual de no ser por las buenas intervenciones de Lucas Acosta el empate en cero no hubiese sido real. Lanús durmió la siesta, no generó juego y el sistema que utilizó Zubeldía no estuvo aceitado en ningún momento. Belmonte de cinco, y Malcorra con Acosta y González por las bandas, jamás entraron en juego. De hecho, el Grana prácticamente remató al arco rival. Eso, sumado a algunos desajustes defensivos, irse al vestuario sin perder fue demasiado premio.

Pero en el complemento, la cosa mejoró muchísimo. Se vio un orden, una idea, jugadas colectivas y llegadas con mucha gente en ofensiva. Sarmiento, que tuvo una situación inmejorable con Paradela a los 4 minutos, de a poco fue retrocediendo ante la crecida Granate, que a los 9 llegó tras una maniobra rápida entre Bernabei, López y la definición de Sand apenas afuera.


Era un aviso, interesante, de lo que podía venir o de la intención del local de salir a ganar. Tan así fue la historia, que a los 12 llegó el tan ansiado gol. Y del Pepe, por supuesto. Belmonte soltó para el correntino, que, desde la misma posición a la jugada anterior, esta vez definió bajo y junto al palo. 1 a 0, en offside.

La visita, algo apichonada por el golpe en contra, llegó en algunas oportunidades y en profundidad. Alanís tuvo la mejor, pero falló por poco. Acosta respondió más tarde ante un tiro libre lejano de Chicco. Pero todo se fue apagando. Zubeldía metió mano en el equipo, empezó a tocar, parecía tener todo controlado y lejos de su arco.


Bernabei casi lo liquida a los 44, y ese gol que no marcó Lanús para cerrar la tarde, lo pagó caro. A los 48, Sarmiento llegó al área Granate con mucha gente y un centro al punto penal, que Braghieri intentó despejarlo con una media chilena. Claro, la idea era buena, pero la acción además de peligrosa, desafortunada. El defensor pifió al balón y le pegó a Gondou. Penal, y empate de Alanís en tiempo cumplido. Sí, Lanús, una pena máxima. Tenías la mesa servida y se te escapó la tortuga.

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