“Se extraña mucho el día a día en el club”

Pedro De La Vega, una de las jóvenes promesas de Lanús que puede ganarse la titularidad ante la salida de Auzqui, charló en un vivo de Instagram con la cuenta del Municipio de Juventud Lanús. “Al Pepe lo ves entrenar y parece un pibe de 17 años. Contagia mucho. Y el Laucha nos transmite el amor por la camiseta”, definió el Pepo a los dos máximos ídolos del equipo, Sand y Acosta.

 

Por: Pablo Emilio Stepper Pugliese

-¿Hay novedades con respecto a la vuelta del fútbol y de los entrenamientos? ¿Se están preparando para volver pronto?

-Con exactitud no se sabe aún, no hay una versión oficial pero estamos esperando. Ojalá que sea como se está hablando que nos entusiasma a todos un poco la vuelta al fútbol. En mi caso, lo vivo con ansiedad y ganas de volver a competir. Después se decidirá desde la parte de la Salud. Empezamos a hacer entrenamientos mediante Zoom con los compañeros, eso está bueno. Por lo menos nos vemos las caras… Obviamente extraño mucho el día a día de vernos y entrenar, charlar, hacer bromas.

-Con 17 años debutaste en Primera. ¿Causó mucha sorpresa cuando te veían estudiando a esa edad? ¿Cómo tomaste ese momento?

-Me lo tomé muy tranquilo, no me volví loco ni me llamó la atención. Quizás no me lo esperaba. La familia me ayuda mucho. En un momento así, uno se puede confundir… Me mantuvieron siempre con los pies sobre la tierra. Lo mismo con la gente del Club Lanús. Yo estudiaba y seguía viviendo en la pensión. Para mi, más allá de tener alguna entrevista o que la gente te empiece a conocer, iba a la escuela y era lo mismo. Me pedían fotos y demás, pero me lo tomé bien. Estaba tranquilo y seguí haciendo la misma vida. No tuve un gran cambio en ese sentido. Eran los mismos compañeros y los amigos de toda la vida que me acompañaban.

“Empecé dos carreras y las dejé. Ahora estoy a full con el inglés, tomando clases tres veces por semana de una hora y media. Mi mamá siempre me lo decía de chiquito, ahora le estoy dando el gusto”.

-¿Cómo fue el hecho de plantearle a tus papás que a tus 14 años te venías de Olavarría a jugar a Buenos Aires, con lo que eso implica?

-De chiquito, jugando en Olavarría, venían los clubes a hacer pruebas. Me habían llamado de varios, yo era muy chico todavía y no lo pensaba. No era que tenía en la cabeza irme a jugar todavía, lo veía lejos. Lanús fue uno de los primeros en unos torneos que participábamos con Ferro de Olavarría. Íbamos a Coronel Suárez y ahí me empezaron a llamar. En un momento empecé a jugar en la Liga Metropolitana, que no es AFA, en River. Era muy chiquito, jugaba acá los sábados y los domingos, viajaba y volvía. Lo hice por un año y al otro año no hice nada, estuve acá en Olavarría. Al siguiente fue cuando tuve el click en mi cabeza que me dije ‘es ahora o nunca’ y me quería ir a jugar a Buenos Aires. Sentía que era el momento. Me veía preparado, quería ir y dedicarme a esto. De chico tenia en ese momento las cosas bien en claras. Sabía que en Buenos Aires el fútbol es muy distinto al interior y es el objetivo que tenía de poder debutar algún día en Primera División.

-¿Llegaste a Lanús y te asentaste enseguida a la pensión?

-Lanús me dio pensión desde el principio. Tengo los mejores recuerdos. Fue un momento muy lindo, hice muchos amigos que todavía siguen presentes en mi vida. Toda la gente del club obviamente me trató de diez desde que me instalé ahí.

“A mi no me toques a Olavarría ni a Lanús. Son mis dos casas y mis dos familias. En una viví la niñez y en la otra, la adolescencia”.

-¿Qué recordás de la semana previa a debutar en Primera y quedar concentrado?

-Fue todo un poco rápido. Estaba jugando en Sexta División y recién a mitad de año (2018) me subieron a Reserva y ahí tuve una lesión. Ya había empezado el campeonato y jugaban otros chicos. Me tenia que ganar un lugar todavía. Un domingo juega la Reserva y el lunes tenían libre, entonces estaba en la pensión durmiendo porque no entrenábamos ese día. Me fueron a despertar que necesitaban alguno de Primera para entrenar. Era el primer entrenamiento de Luis Zubeldía en el club, justo fui e hicimos fútbol. No venía entrenando mucho, estaba recuperándome. Nunca me había tocado entrenar con la Primera. Me fue bien y quedaban dos semanas para el partido con Racing. Y en la semana me llamaron para que asista otro día. Después me llevaron una semana completa y me tocó el debut con Racing, que entré de titular y no había jugado en Reserva todavía. Eso fue un poco lo raro que no me lo imaginaba en ese momento, que se de todo tan rápido. La familia estaba con mucha felicidad, esa semana fue espectacular. Hasta último momento Luis no me había confirmado que iba a jugar, entonces me sorprendió. Al principio fui a concentrar, que ya era un montón, sin saber si jugaba. Siempre voy a estar agradecido a Luis y al cuerpo técnico que ense la jugaron por mi, teniendo pocos entrenamientos me dieron esa chance única.

-¿Cómo es Zubeldía con los más jóvenes del plantel?

-Tiene una relación especial con los más chicos. A los que son del club, cuando vienen jugadores de afuera que no jugaron en Lanús, dicen que Luis te remarca siempre el sentido de pertenencia por Lanús y el amor por la camiseta. Está más que claro que apuesta a los jóvenes, debutaron un montón en la época que él vino a Lanús y la etapa anterior también. Tenemos una relación muy buena, siempre tratando de hablarme, de estar encima y de cuidarme mucho también. No todo en cuanto al fútbol, sino de temas de la vida en general, otros ámbitos y otras cosas con total normalidad. Hay una relación muy natural, muy buena y con todos los chicos es así.

-¿Sentís que cumple un rol de docente, además de ser el técnico del equipo?

-Está muy encima en todos los detalles de los chicos. Entonces sabe cuándo ponerlo y en qué momento no. Si hay que apurar o no los tiempos, maneja muy bien eso. Creo que también ha aprendido un poco eso de Ramón Cabrero seguramente. Ellos trabajaron juntos. De Ramón tengo un pequeño recuerdo, siempre que podía caminaba por todo el club y siempre que tenía alguna duda le consultaba. Medio de caradura, je. Pero le hacía alguna pregunta y él siempre me daba su punto de vista. Eran muy lindo escuchar sus sabias palabras que eran importantísimas.

-Sand va a cumplir 40 años y es posible que siga una temporada más en Lanús. ¿Cómo es el Pepe en la intimidad?

-Tengo una relación muy buena con él. Siempre como chico uno observa a los jugadores como él. Hoy en día está el Pepe y el Laucha que son los ídolos máximos del club. Tenerlos en el día a día nos sirve mucho a los más jóvenes, nos potencia y uno trata siempre de mirarlos, de sacar las cosas buenas de esos jugadores. Sand tiene casi 40 años y yo 19, vos lo ves entrenar y es una máquina (Sic). Se entrena como un chico de 17 años y eso contagia mucho. Después está demostrado en la cancha que sigue convirtiendo goles.

“El Laucha (Acosta) transmite el amor por la camiseta. Tengo una muy buena relación con él. Concentramos juntos y somos amigos también. Siempre trato de mirarlo y aprender”.

-Muchos clubes europeos te están buscando o preguntaron condiciones por vos. Lautaro jugó en España junto a Rodrigo. ¿Les preguntas cómo es jugar en el Viejo Continente? ¿Te imaginás jugando allá?

-No hablo tanto de ese tema. Quizás sí de cosas que me pueden hacer mejorar en el presente. Cuando estamos en la concentración miramos mucho fútbol. Ahí también uno aprende observando y escuchando. Obviamente que sé la carrera que hizo el Laucha y uno respeta y pregunta a esa gente por lo que lograron. No soy de pensar tanto en el futuro, creo que siempre es mejor pensar en lo que uno tiene hoy por delante. En Lanús, de lo que me falta mejorar. Solemos hablar de otras cosas. También paveamos un rato y nos divertimos, je.

-A los jóvenes de hoy se los critica bastante porque no miran mucho fútbol y están más pendientes de la Play Station o las redes sociales. ¿Cómo es tu caso?

-En la cuarentena estoy haciendo el récord de la cantidad de partidos de fútbol que estoy viendo, es increíble. Ahora estoy mirando Milan – Juventus de reojo. Miro bastante, a la tarde hay muchas opciones de ligas para ver. Según la hora que entreno, trato de ver lo que más puedo. Por ejemplo entrené a la tarde y me perdí varios partidos, pero mañana seguro y los demás días veré otros. Me gusta mirar y aprender.

-Cuando mirás los partidos del exterior, ¿qué observás puntualmente?

-Miro los movimientos, también las posiciones que se van ubicando. Me gusta ver las definiciones, los goles, las gambetas y obviamente te sale el hincha en el medio del partido y hacés fuerza por uno u otro equipo. En lo posible trato de mirar para aprender y sacar cosas positivas que después poder aplicar. Y además por el simple hecho que me gusta el fútbol.

-¿Cómo fue tu paso y experiencia en la Selección Argentina Sub 20?

-Fue una buena experiencia. Salimos segundos y logramos la clasificación al Mundial y al Panamericano. El Mundial fue en Polonia y me llevé mucha experiencia y aprendizaje. De la parte deportiva quizás no se logró el objetivo grupal al que fuimos. Uno siempre va con el fin de salir campeón y a ganar con esa camiseta. Todavía tengo edad de poder volver a jugar un Mundial Sub 20 y un Sudamericano. También creo que me sirvió un montón esta parte para lo que pueda llegar a venir más adelante, de eso estoy convencido. Significó representar a mi país. Todos tratan de dar lo mejor por la Selección y siempre es lindo poder hacerlo.

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