RUMBO DESCONOCIDO

Lanús se sigue hundiendo en la tabla de posiciones y cada vez se encuentra más lejos del nivel que solía tener. Perdió ante un débil y seriamente comprometido Arsenal en Sarandí y así dejó abierto un mar de dudas en un comienzo delicado de la era Carboni. Fue 2 a 1 para los del Viaducto, que se pusieron en ventaja en la primera parte gracias a los goles de Chaves y Curado. En el complemento, Alejandro Silva descontó de penal pero no alcanzó. Ya son siete los partidos sin victorias del Granate fuera de casa y números que asustan como por ejemplo que de visitante es el más goleado con 25 tantos en contra. 

Partidos sencillos cada vez hay menos en el fútbol argentino. Típica frase de cabecera de los jugadores hoy en día, por más que en la vereda del frente sea un débil Arsenal el que te reciba. No importa que esté con un pie y medio en el Nacional B, que no haya ganado ningún partido de local en el temible Viaducto en lo que va del campeonato y solamente haya sumado de a tres en una oportunidad en esta Superliga. O que esté último en la tabla, y cómodo. Nada importa. Menos para esté Lanús, que se acostumbró a no festejar seguido y que deambula sin encontrar ningún tipo de reacción por más recambio de nombres que Carboni meta en cancha. Insólito por donde se lo mire, pero real. En el marco de la Fecha 18º de la Superliga, el Granate sumó una nueva derrota y cayó por 2 a 1 en su visita a Sarandí. Las fechas pasan, las caídas se acumulan y las soluciones parecen estar cada vez más lejos de encontrarse.

Es inexplicable entender como de una Final de Copa Libertadores se llega a esto en tan poco tiempo. Pero lo cierto es que tanto con Arsenal, como así también equipos tales como Olimpo, Huracán, Defensa y Justicia o incluso Chacarita supieron dejar en el camino a Lanús con tanta simpleza. Porque hay que ser realistas, el conjunto del Viaducto, como la mayoría, le ganó con nada. Un nuevo error en la salida (compartida por Thaller y Carrasco), derivó en el primero de Chaves. Y otra pelota parada, en el Curado. Así, sin más, y en apenas 37 minutos, los dirigidos por Ezequiel Carboni estaban dos abajo en el marcador. Y no se puede hablar de recambio a esta altura, ya que el Kely puso en cancha lo mejor que tenía salvo los lesionados Andrada y Acosta. ¿Entonces? ¿Qué podría ser peor en una situación así? Esperar a la revancha con Sporting Cristal y seguir avanzando en la Copa. El resto, está increíblemente perdido por donde se lo mire.

En el complemento, la reacción de los primeros minutos sirvió para equilibrar una historia que por más descuento que haya (sea de Alejandro Silva de penal a los 10 minutos) no iba a alcanzar en absoluto. ¿Por qué? Porque en lugar de servir anímicamente para llegar a la igualdad, fue como un freno de mano. Arsenal se acomodó atrás y hasta pudo liquidarlo de contra. Lanús no generó una situación de peligro neta en lo que restó. Y así, se fue una vez más, la 9º en lo que va del campeonato, con las manos vacías.

https://www.youtube.com/watch?v=MP61vs6vWSA

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