Punto y punta

Lanús no pudo sumar de a tres en su visita a Parque Patricios; empató sin goles ante un débil Huracán y momentáneamente quedó como único líder de la Zona 2 de la Copa de la Liga con 10 unidades. Todo puede modificarse si Vélez, Independiente o Boca ganan sus respectivos encuentros. Mucha lucha y poco juego en el Ducó. Leve mejoría en el último tramo del segundo tiempo, con De La Vega en cancha. Ahora, a pensar en el Clásico.

Quizá sea lo más destacable de la noche. Un punto para la punta. Provisorio, claro. Restan varios partidos, y Lanús -que ahora suma 10 puntos- deberá esperar que pase con Vélez, Independiente y Boca. Porque a la hora de destacar alguna virtud como resultado del partido contra Huracán, muy pobre podría ser el análisis. Claramente, quedaron en deuda. Cuesta mucho encontrar situaciones reales de peligro, más allá de un centro o una jugada de tres cuartos hacia adelante que nunca terminó cómo debía.

Pero si buscamos más profundamente, en el detalle, algo se puede mencionar. En el último cuarto del segundo tiempo, el Grana apretó el acelerador. Zubeldía mandó a la cancha a De La Vega (sorpresivamente relegado al banco por Facundo Pérez) y Matías Esquivel, y otra vez entre sus relevos encontró frescura. Fue el Pepo en esta oportunidad quien estuvo más activo y desequilibrante (suelto, no pegado a la banda como en otras oportunidades). En ese ratito, fue cuando Lanús estuvo más cerca del triunfo. La más clara la tuvo Belmonte, quien perdió un mano a mano frente al arquero Meza.


El resto del partido, fue demasiado peleado. Huracán salió a presionar bien arriba con el objetivo de que Lanús no pudiera hacer correr la pelota. Lo logró, en cierto punto. Todo terminaba en pelotazos de Morales a la nada misma, a que Orsini o Sand se las rebusquen incómodos en mitad de cancha. El cambio táctico de Zubeldía, quizá intuía algo de esto. Más lucha que juego. Y eso se pudo observar claramente desde el comienzo del partido. Justamente en ese contexto, ninguno encontró la llave para quebrar al rival y sacar ventajas. En cierto punto, la igualdad fue lo más justo en dos equipos con presentes muy diferentes. Uno peleando arriba, y el otro acumulando ya nueve partidos sin conocer la victoria.

En el balance final, siempre resulta positivo sumar fuera de casa por más que resulte conformista. Lanús sigue siendo protagonista de su grupo y ahora deberá ratificarlo nada menos que visitando a su clásico rival el próximo sábado. Sí, Banfield será una buena oportunidad para que el equipo de Zubeldía sepa dónde está parado realmente y qué aspiraciones tiene en esta Copa de la Liga.

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