El árbitro no sancionó un penal clarísimo para Lanús con el partido 2-2 ante Independiente, tras un centro del Laucha Acosta que rebotó en el brazo extendido de Bustos. Tampoco expulsó a Domingo por un patadón criminal a Marcelino Moreno. El Grana, perjudicado en Avellaneda.
Fue la gran polémica de la noche en el Libertadores de América. Aunque de polémica no tiene nada… Mauro Vigliano no sancionó un penal clarísimo para Lanús que podría haber sido el 3-2 ante Independiente.
Corrían 19 minutos del segundo tiempo cuando Lautaro Acosta recibió abierto por izquierda y envió un centro que rebotó en la mano extendida de Fabricio Bustos. Todo Lanús reclamó penal al instante, claro. Pero el árbitro dejó seguir el juego, ignorando la pena máxima para el Grana después de la ráfaga de dos goles en cinco minutos para igualar el 0-2 inicial.
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Pero eso no fue todo. Diez minutos más tarde, el referí debió echar a Nicolás Domingo por un patadón criminal a Marcelino Moreno que increíblemente sólo le valió la amarilla. Un penal no cobrado y una expulsión ignorada, el saldo en contra para el equipo de Zubeldía en Avellaneda.
