ELIMINADO Y DESCONOCIDO

Lanús se quedó afuera de la Copa Sudamericana tras perder 1-0 en los 90′ ante Junior -gol de Luis Díaz- y caer 3-2 en la definición por penales. Muy pobre versión del equipo de Carboni, que tuvo a Esteban Andrada como figura excluyente en Colombia.

Por cuarta vez en sus nueve participaciones, el sueño de Lanús se terminó en la segunda fase de la Copa Sudamericana. El Granate estuvo a diez minutos de sostener el empate sin goles y traerse la clasificación de Colombia por el 1-0 en la ida, pero Junior consiguió -con justicia- abrir el marcador por intermedio de Luis Díaz y luego se impuso 3-2 en la definición por penales para avanzar a octavos de final, donde espera por Colón o San Pablo de Brasil.

Lo mejor -por así decirlo- del equipo conducido por Carboni se vio en los primeros 30 minutos de juego. En un campo más parecido a un potrero que a una cancha de fútbol profesional, el visitante le supo jugar de igual a igual al cuadro colombiano y lo mantuvo lejos del arco de Andrada. Es decir que el principal objetivo lo cumplió bien en ese tramo, aunque le faltó peso ofensivo y en el mediocampo para controlar la pelota y llegar con peligro al área rival. Algo que se veía venir en la previa con la ausencia del Laucha Acosta, claro está.

La única opción clara de Lanús en ese primer tiempo llegó a través de un tiro libre al borde del área, por un remate de Coniglio que dio en la mano de Rafael Pérez y el árbitro brasilero Sampaio sancionó. De la ejecución se hizo cargo Nico Pasquini, con un zurdazo potente al palo del uruguayo Viera, que en base a su buena ubicación logró desviarlo al córner.

A partir de allí comenzó el vendaval del Tiburón de Barranquilla, que prácticamente se mantuvo hasta el final del partido. La figura de Andrada empezó a ser decisiva con algunas tapadas, como el remate de James Sánchez que despejó hacia un costado y luego no pudo convertir Barrera. Antes también lo tuvo Piedrahíta tras gran asistencia de Teo Gutiérrez, el mejor del dueño de casa, pero el lateral derecho cruzó demasiado su definición.

En el segundo período, los dirigidos por Julio Comesaña salieron decididos en busca del gol y arrinconaron a Lanús contra su arco, salvo un buen remate de sobrepique de Marcelino Moreno a la salida de un córner que pasó apenas por encima del travesaño. El resto, todo de Junior, que lo hizo revolcarse al Flaco Andrada de un palo a otro. Entre la decena de sus atajadas se destaca un cabezazo a Teófilo que salvó en la línea y un mano a mano con James Sánchez que rechazó con mano cambiada. Esa jugada se repitió varias veces en el Metropolitano de Barranquilla, siempre a espaldas de Di Plácido, que sintió la salida de Herrera por lesión -lo reemplazó Thaller en el entretiempo- en el tándem derecho de la defensa.

Con el ingreso de Daniel Moreno, los ataques del conjunto rojiblanco se recostaron más hacia el sector derecho y desnudaron la fragilidad de Marcos Pinto en la marca. Sin embargo, la noche fantástica de Andrada y las malas decisiones a la hora de definir mantenían a Lanús arriba en el global. Hasta que, a los 35′, Luis Díaz capturó un envío por detrás de todos y sacudió cruzado con zurda, encontrando una endeble respuesta del arquero Granate y colándose contra su palo derecho. 1-0 para el local y a los penales.

Fue una errática definición desde los doce pasos, con la mitad de penales fallados y una serie que obtuvo 3-2 el equipo colombiano. Y eso que Teo Gutiérrez no le acertó al arco en su primer disparo. Pero Viera le contuvo el zurdazo a Pasquini y después también erró Andrada. Los aciertos de Maciel y Joel Martínez mantuvieron a Lanús con expectativa hasta el quinto penal, que Toto Belmonte elevó por encima del travesaño para sellar el pase de Junior a la próxima fase. Así se vuelve el Grana de Colombia: eliminado y desconocido.

https://youtu.be/LTKoiDuM02I

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  1. Lo unico rescatable del Grana, fue Andrada, el resto no supero los 2 puntos. Juagadores en puestos que no rinden, un medio capo diezmado, el equipo no sabe a que juega, no hay idea de juego, no hay recuperación. No se puede hacer patear penales en una final a chicos que no tienen la madurez para hacerlo. No hay un solo aspecto del juego, rescata-ble. Se deja ver la improvisación reinante, en cada jugada.

  2. No se entiende que quiso hacer Carboni en este partido, para que tres atacantes, que no atacaron a nadie, si priorizo defender el 1 a 0 de la fortaleza. En el principio me dio la impresión que si se animaban a jugarlo de igual a igual hasta podían hacer un gol… duro 25/30 minutos, después fue lamentable. Pero no todo es culpa de Carboni, los jugadores también deben esforzarse un poco más, ayer me desilusionaron.

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