DESPUES DE LA GRIETA, HAY VIDA

Increíblemente, en un mes pasamos de estar todos abrazados a estar todos enfrentados. Verlo a Geromel levantar la Copa en casa, disparó un sinfín de sensaciones, sentimientos y decisiones inesperadas.

Por: Fernando Babor (fernandobabor@hotmail.com)

En ningún rincón de nuestras cabezas, imaginábamos un 2018 sin Maxi y mucho menos sin Pepe. El primero, afuera con contrato vencido. El segundo, autoexcluido con contrato vigente. A Velázquez lo van a extrañar mucho más el vestuario y sus compañeros que la gente. Y a Sand, tal vez, mucho más la gente que sus compañeros (aunque los goles dan partidos, los partidos dan puntos, los puntos dan campeonatos y los campeonatos dan dinero, osea que los jugadores también lo van a echar de menos).

“Las trayectorias hay que respetarlas”, dicen los futboleros. Y tienen razón. Las de los deportistas y las de los dirigentes. Es saludable tener puntos de vista diferentes, tal vez como en este caso, totalmente opuestas. Pero es innegable que por decisiones importantes en los últimos años hemos recorrido los momentos más gloriosos de nuestra historia. Sólo el tiempo dirá si en este caso estuvieron acertados.

Es cierto que el dinero escasea. Aún, después de dos años brillantes (habrá que ver en el futuro cómo, ante situaciones iguales, se procede de otra manera desde lo económico). Pero también es cierto que hemos tirado plata en refuerzos que en algunos casos no llegaron a jugar 90 minutos.

“Fue una cuestión de egos”, dijo el gran Lautaro y esa es la descripción más acertada para el final de esta historia.


Hay vida después del simbronazo. Pretemporada corta, amistosos fructíferos, equipo que será tan paciente detrás de la mitad de la cancha, como vertiginoso cruzando el círculo central. Con una defensa absolutamente diezmada y un medio más ataque sumamente vigente a pesar de la salida de José. Un DT laburador, minucioso, aplicado y con voz de mando. Un Marcelino que en el amistoso con Vélez encontró una luz perdida hace ya mucho tiempo. La no ida de Alejandro Silva, más la necesaria llegada de un central, servirán para hacer un equipo competitivo, sin perder de vista que arrancamos 23 de 28.

Pero fundamentalmente, la “vida” la dan tres apellidos de esos que venimos siguiendo en inferiores y en Reserva. De esos que extrañamos en las eras de los Barros Schelotto y de Almirón, más allá de los enormes resultados.


Esos tres apellidos mostraron en los partidos preparatorios, a su manera, cualidades como atrevimiento, osadía, captación de conceptos y conocimientos de puesto. Los tres pibes generaron frescura y ratifican que el futuro está en el fondo. Ya no por opción sino por obligación, teniendo en cuenta lo dispar que se han transformado los ingresos en el fútbol argentino.

Lodico, Belmonte y Cáceres. Uno de apellido ilustre, el otro de personalidad avasallante y el tercero de proyección y marca permanente.


Los veíamos en las categorías del fútbol juvenil y pensábamos ‘cómo se adaptarán a Primera’. El futuro les llegó. Tal vez con menos entrenamientos con los profesionales de los indicados. Seguramente tendrán diferentes tiempos de adaptación. Tal vez uno sea titular y otro juegue en Reserva. Pero sin dudas estos tres chicos han cambiado un verano gris oscuro a otro mucho más esperanzador.

Sin apurarlos, teniéndoles paciencia y poniéndolos en dosis justa para su presente, empezaremos a transitar un sendero del que habíamos salido. El camino de los pibes. El de Don Juan Manuel Guerra o el de Ramón Cabrero, haciendo punta y punta en las últimas décadas Granates. Esperemos con el tiempo agregar a Carboni en esta lista de técnicos que se la juegan por los pibes.


Y hablando de pibes, hay uno que no se fue. Que ya dejó de ser pibe, pero que lo siente como cuando era chico. Va a ser el estímulo fundamental para todos los que recién se inician. Lautaro Acosta sigue con nosotros y es el ejemplo fundamental para entender que después de la grieta, siempre hay “vida”.

COMENTARIOS

0 comentarios

  1. HOLA BUENAS TARDES.
    Por fin encuentro una nota en referencia a lo que ocurre en nuestro querido club. por las dudas dejo bien en claro que yo no voy a extrañar en lo absoluto al Sr. Sand, dado que a mi entender, desde que regreso , primero lloro
    por su emocion, inmediatemente despues, cada vez que el club gano una copa, siempre en lugar de festejar tiraba bombas , llamese su mejora en el contrato porque si no, no sabia si continuaba en nuestro querido club. es lamentable pero real.

  2. La única verdad es que no se cuida a nuestros grandes jugadores, Maxi,Pepe, Braghieri…los cambios no pueden realizarse arrancando de nuestro equipo a estos jugadores amados por la hinchada granate.Lo de Maxi es terrible, perverso.Si a la cancha no va la gente es por la BRONCA que tenemos. Buena suerte a nuestros pibes !!! SEGUIMOS LLORANDO.Y NO INVENTEN UNA GRIETA, pq LANÚS esta en nuestro corazón por siempre

  3. Increible que Horacio se fije en las cuestiones novelescas cuando se trata del Pepe un jugador que nos dió las alegrías mas grandes con su garra calidad y amor al Club. ¿¿¿Que futbol miras muchacho banfileño???

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