“De chico veía a Lanús como tocar el cielo con las manos”

Lo dice Guillermo Burdisso, con pasado en las inferiores de El Porvenir y actualmente defensor del primer equipo Granate. Sus referencias del club antes de llegar, la importancia de Zubeldía para incorporarse a Lanús, el largo parate sin fútbol y la experiencia personal de haber vivido una situación similar hace un año por una arritmia cardíaca.

A punto de cumplir 32 años este sábado, Guillermo Burdisso se convierte en el principal referente de la zaga central del Lanús versión 2020/21.

Ante la salida de Ezequiel Muñoz y la inminente partida de Lautaro Valenti a Parma de Italia (restan detalles para acordar el préstamo hasta junio de 2021, con obligación de compra por el 75% del pase), el defensor cordobés será una fija en el equipo titular de Zubeldía, a la espera de la llegada de algún refuerzo y varios juveniles que lo acompañarán en el puesto.

“Pensábamos ya estar jugando a esta altura. Cuando me vine de Córdoba para entrenar, imaginábamos que a mediados de septiembre arrancaba el torneo. Esto se va alargando cada vez más y tenemos que estar mentalizados y preparados para cuando toque empezar”, sostuvo Guille en diálogo con Lanús Radio.


A diferencia de sus compeñeros, Burdisso ya experimentó una situación similar hace poco más de un año, cuando se le detectó una arritmia cardíaca que lo tuvo varios meses alejado de las canchas. “Puede ser una ventaja con respecto al resto, porque ya conocía lo que era estar parado y esperar que te digan ‘volvemos’ y no dependa de vos. Para mi fue fundamental estar bien de la cabeza, pensando en positivo desde el primer día que recibí la noticia. Yo no sabía si iba a poder volver a jugar… Por suerte hice el duelo rápido (Sic) y estuve muy bien conmigo mismo y mi entorno. Pensé siempre en prepararme de otra forma para cuando me toque volver”, aseguró.

“Uno de los mejores goles de mi carrera fue en Boca con un centro del Laucha Acosta, que estaba jugando de cuatro. Le ganamos 3 a 2 a Quilmes”.

Sobre su llegada al club a principios de año, el hermano menor de Nico Burdisso resaltó la importancia de Zubeldía al tomar la decisión final. “Eran los primeros días de enero y me habían llamado de Central, del Atlas de México y al día siguiente me llama Luis. Hablé con todos los técnicos y él me motivó muchísimo. También me motivaba el club. Si bien no era conocido por mi, tenía muchos compañeros que me daban buenas referencias. Luis me dijo que me iba a mejorar y que iba a competir por un puesto, que arrancaba de atrás. Y eso me gustó, fue una motivación en lo personal”, describió.

“Lo que más me gusta de este Lanús, y sobre todo del cuerpo técnico, es que los lunes de entrenamiento de cada semana arrancamos todos de cero. Hay que rendir todos los días”.


Al recordar su estreno con la camiseta del Grana, compartiendo dupla central con el juvenil debutante Matías Pérez en el triunfo 2-0 ante el Tomba mendocino, Burdisso expresó: “El partido con Godoy Cruz fue como un segundo debut, pero con 31 años. Entonces lo disfruté, desde volver a concentrar y entrar al vestuario hasta el cosquilleo de empezar de nuevo. Lo viví como no pude hacerlo cuando me tocó debutar en Rosario Central”.

Para finalizar, el experimentado marcador central volvió atrás en el tiempo para hablar de sus inicios en el fútbol y cómo se vinculó de manera afectiva al Granate. “Cuando estaba de chico en la pensión de El Porvenir, veíamos a Lanús como llegar a tocar el cielo con las manos. Iba al colegio a Lanús, a la vuelta de la Sede, y me cruzaba con chicos que jugaban en las inferiores. Me acuerdo que nos contaban que en Lanús ya les daban merienda, algo que lo hacían los equipos grandes nada más. Entonces veía con buenos ojos al club y hoy lo disfruto un montón”, reconoció Guillermo.

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