Conociéndote: Badjie Fabakary

En una charla exclusiva para Fortaleza Granate, el delantero africano de 19 años nacido en Gambia nos habló de sus inicios en el fútbol, la decisión de venir a Argentina, su llegada a Lanús y la relación a distancia con su familia.

A partir del amistoso ante Los Andes del lunes y su debut en el partido de la reserva ante Huracán, uno de los nombres más mencionados de la semana fue el del jugador gambiano. Badjie Fabakary tiene 19 años y nació el 11 de Diciembre del 2001 en Mandinari. Se desempeña como mediocampista ofensivo y afirma que se siente más cómodo cuando juega por izquierda, porque le gusta tirar los centros o meter diagonales para asistir y rematar al arco.

Su formación como futbolista comenzó en la academia de fútbol Smilling Coast, en su país natal, donde estuvo hasta sus 16 años. Luego de un breve paso por el fútbol senegalés, en club Ángelo, un scout de DODICI Sports Management le ofreció venir a Argentina. Badjie relata que le hablaron mucho y que conocía a Lanús desde antes de venir: “Estudié mucho sobre la historia del Granate, pero también me sorprendía todo lo que mi manager que tenía en Gambia me contaba y lo mucho que sabía sobre el club. Tengo mucha suerte de tener su apoyo y el de mis compañeros de la agencia que me representa, con quienes además convivo, porque me han hablado mucho y muy bien del equipo”.

Faba, como le dicen sus allegados, confesó que venir a un país en el que se respira fútbol no fue una decisión fácil de tomar: “La verdad que fue difícil, sobre todo para mi familia, pero ellos también sabían muy bien que mi sueño desde chico es jugar al fútbol de manera profesional y que siempre trabajé muy duro para poder cumplirlo. Así que cuando me llegó la oferta, más allá de lo dolorosa que podía llegar a ser la distancia, todos me apoyaron y me desearon mucha suerte en este capítulo de mi vida”. Sin embargo, tiene en claro que Argentina es una gran oportunidad para su carrera y al respecto declaró: “Me gusta estar acá, porque la competencia es alta, no sólo en los partidos, sino que también en los entrenamientos”.

En Lanús forma parte del plantel de la Cuarta División y de la Reserva, donde es dirigido por Lucas Alessandría y por Rodrigo Acosta, respectivamente. En relación, recalcó lo que le piden sus DT’s: “A los entrenadores les gusta y te exigen que estés siempre al 100%, sin importar si es un entrenamiento o un partido. Eso es un desafío constante, pero es muy divertido y apasionante”. Acerca de su experiencia en las divisiones juveniles, reconoció que es Pablo Aranda con quien se lleva mejor tanto dentro como fuera de la cancha y que es una persona con la que siempre contó y lo ayudó desde que llegó al Granate.

En cuanto a las diferencias entre el fútbol argentino y el de su país, analizó: “Básicamente la diferencia está en lo físico. En Gambia es más aburrido, te piden que seas bueno con la pelota en los pies. Acá, en cambio, al haber un nivel de calidad muy alto, para destacarte debes reunir más cualidades; no solo alcanza con ser habilidoso o tener talento, sino que además te demandan potencia”. En la misma línea, indicó que en el continente africano se desarrollaba en la posición de delantero, cuya dinámica lo hacía sentir más suelto.

“Hoy en día tengo una barrera que es el tema del lenguaje, pero espero que con el tiempo eso cambie y me pueda integrar mejor en el sistema”. Cabe destacar que Fabakary, habla en dos dialectos propios que son el Jola y Mandingo y en menor medida, el inglés. Esto hace que, a la hora de querer comunicarse encuentre muchas dificultades al momento de entender y hacerse entender.

Para finalizar, se tomó unos minutos para contar la relación que tiene con sus allegados gambianos: “Tengo una relación muy cercana con mi familia, ellos me apoyan constantemente en todo. Mi mamá es mi mejor amiga y hablamos mucho, a veces hasta tres veces por día. También están mis hermanos menores, que están locos por el fútbol, con ellos hablamos de Lanús y de cómo es el fútbol en Argentina”. En ese sentido, agregó:  “Recuerdo que mi mamá me acompañó cuando vine y fue muy duro porque ella no pudo contener el llanto. Nosotros estamos muy unidos y nos extrañamos mucho”.

Al mismo tiempo, se refirió a sus costumbres: “Mi cultura es muy rica. A los africanos nos gusta mucho relacionarnos con la cultura. En la comunidad Jola tenemos varios programas culturales que incluyen diferentes actividades. A mí me gustaba mucho bailar durante las prácticas culturales”.

Fabakary tiene sus objetivos claros, su vida gira en torno al fútbol y manifiesta que es lo único que le interesa. Trabaja todos los días para cumplir con uno de sus deseos: “No puedo esperar para dejar mi huella en Lanús”.

 

Por: María Vázquez

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